Tercera proposición

Debilidad por el desastre, pero no en nombre de algo. Sin representación; sin símbolo. Desliz por el desliz, en tanto que superficie existente; en tanto que afección. Siempre como un despunte; un conjunto de estelas interconectadas; sin origen, sin finalidad.

Desapegarse del discurso onto-teológico para posarse, o mejor: desviarse en devenir.

Comezón por los desastres en tanto que es una desproporción de lo azaroso, del instante.

El desastre por el desastre.

Deseo por lo incierto.