Fue una de esas tardes cualquiera…

Una de las acciones que siempre realizo de manera ocasional es desinstalar aplicaciones en mi móvil para posteriormente volverlas a instalar, el motivo no es otro que un simple mantenimiento para ganar espacio y para limpiar ciertas aplicaciones. Curiosamente tras desinstalar WhatsApp decidí no instalarla de nuevo, o al menos no de manera inmediata, fue entonces cuando me di cuenta del cruel objetivo de esta App.

Cuando en el año 2009 WhatsApp hacía acto de presencia primero en iOS y posteriormente en Android, el mundo todavía estaba dando sus primeros pasos en cuanto a telefonía móvil, si bien es cierto que estos dispositivos ya estaban entre nosotros, antes el tema mensajería era terreno para los ya obsoletos aunque vigentes sms. Por aquel entonces el programa de mensajería principal no era otro que Messenger pero el terreno de este no era otro que los equipos de sobremesa o portátiles. No sería hasta el año 2013 cuando Messenger decía adiós siendo substituido por Skype el cual logró mantener el legado hasta que la telefonía móvil comenzó a ganar terreno momento el cual aprovechó Meta, por aquel entonces Facebook, para comprar WhatsApp el 19 de febrero de 2014 comiéndose rápidamente a Skype el cual continuó dominando el mundo de las mensajería instantánea durante varios años más. Como era de esperar finalmente WhatsApp comenzó a ganarle terreno a Skype gracias al auge de la telefonía móvil.

Y guste o no guste WhatsApp ha sabido moverse, poco a poco WhatsApp se fue convirtiendo en sinónimo de “mensajería instantánea” de la misma forma que toda edición fotográfica se le denomina “Photoshop” aun a sabiendas que existen alternativas en ambos terrenos. Pero WhatsApp cuenta con la ventaja de la todopoderosa Meta detrás la cual sabe donde y como publicitar su servicio de mensajería, si logras llegar a un mayor número de personas lógicamente lograrás que estas usen tus servicios. Pero WhatsApp juega con la ventaja de una necesidad fundamental del ser humano: conversar. Si una persona usa WhatsApp otra se verá “obligada” a usarla para poder comunicarse con ella, de la misma forma otra tercera persona tendrá que hacer lo mismo para poder comunicarse con la segunda, y así de manera sucesiva, si logramos que todo el mundo use WhatsApp nos comeremos a cualquier competencia.

Y una de las formas que usa WhatsApp para mantenerse en su posición privilegiada es generar miedo, es una formula que no falla: tu generas miedo y para que la gente deje de tenerlo tu das como solución tu propio servicio. Y el miedo nace de la base de WhatsApp: la comunicación, si tu dices que o usas WhatsApp o vas a dejar de comunicarte con tus amigos, familia o seres queridos lógicamente vas a usar WhatsApp. Quizás la forma más simple de generar miedo es pagar a medios para que publiquen noticias que generen el miedo, algo tan simple como:

- WhatsApp dejará de funcionar en tu dispositivo si no actualizas.

- Vas a perder el contacto con tus amigos.

Son ejemplos que pueden verse cada cierto tiempo “obligando” a la gente a usar WhatsApp. Pero en toda gran empresa hay partes oscuras y las personas mas curiosas saben que si hay una empresa que no destaque por respetar la privacidad de los usuarios esa es Meta. Y WhatsApp es el lugar ideal para tener a las grandes masas controladas: tienes que añadir un número de teléfono, nombre, dar acceso a tus fotografías, contactos, llamadas, control total. El miedo genera acceso a infinidad de datos de millones de personas repartidas en el mundo.

Quizás se pueda pensar que WhatsApp carece de rivales, pero no, en 2013 aparecía Telegram la cual siempre a sido la gran alternativa, de la misma forma podríamos citar a Signal o WeChat y Line estas dos última más populares en países asiáticos. Y resulta curioso: si analizamos las valoraciones de WhatsApp y Telegram vemos como las valoraciones positivas van más hacia Telegram pero ¿quien paga a los medios? Quizás ahí tengamos una clave. Curiosamente Telegram al tener cliente nativo para Windows, iOS y Linux cosa la cual no podemos decir de WhatsApp, lo cual ¿implica mayor cuota de mercado? Vamos a generar miedo...creo que eso lo explica todo.

Resulta irónico que no tener WhatsApp instalado hace que tu móvil esté mas en silencio (que descanso...todo sea dicho), al ser usado por la inmensa mayoría hace que o tienes WhatsApp o estás prácticamente incomunicado algo lo cual nos debería hacernos replantear nuestras relaciones interpersonales, es como si se te aislase del mundo, y quizá si, tengas más silencio, pero del mismo modo también tienes más tranquilidad y una libertad que WhatsApp nos ha arrebatado, hemos cedido toda nuestra privacidad por miedo, por poder estar cerca de gente la cual si nos paramos a pensar, esta tan cerca como nosotros queramos, quizás hayamos olvidado que para romper la distancia no solo vale el silencio de una palabra...sino el sonido de una voz.