Antes que nadas SI tengo Facebook…

Pero no como tal, uso Facebook como “llave de acceso” a lugares donde tengo que registrarme y no me apetece dar un correo electrónico, esto conlleva a que dicha cuenta de Facebook ni tiene datos personales ni está completa, ni me apetece dar mis datos ni publicar fotografías mías, una cuenta llave en toda regla.

Dicho esto no, no uso redes sociales.

- ¡Animal!-

- ¡Salvaje!-

- ¡Indocumentado!-

- ¡Facha! – (palabra que se usa para insultar sin revisar la causa ni aportando argumento alguno)

- ¡¿Pero que clase de monstruo hace eso?!-

Quizás mi propia libertad de elección tenga algo que ver. Las redes sociales hicieron acto de presencia para acercar personas que estaban lejos y para que gente que no se conocía tuvieran un medio para hacerlo. Pero como buenos borregos que somos hemos ido en masa a esas redes sociales donde hemos sido domesticados de tal forma que no nos hagamos preguntas y que aceptemos por validas todas aquellas teorías, preguntas y afirmaciones que deberían ser cuestionadas desde un principio. Una vez todos concentrados en un mismo lugar es fácil mover las masas, una vez allí vamos a soltar afirmaciones propias sin contrastar para tener controlada la masa social. Te vamos a decir que tienes que hacer, que datos tienes que aportar, como debes vestir, como debes pensar y que debes decir, vamos a dar la falsa sensación de libertad para colar una nula privacidad.

Si comenzamos a caminar hacia la puerta “EXIT” de las redes sociales vemos como salir de Twitter es incluso una opción sensata ¿porque estamos en Twitter? Algo me dice que por la polémica, tu ves como dos personas se “pelean” (verbalmente) y te quedas a ver que persona la suelta más gorda, pero mientras tanto eh...¿adivina que estás haciendo? Estás haciendo saber al mundo que estás en Twitter, van a saber a que hora, desde que dispositivo y, dependiendo en que publicaciones pases mas ratos, van a saber que te gusta, de esa manera estarás entrenando a un algoritmo que te va a conocer mejor de lo que crees para ofrecerte productos y servicios que no has pedido pero que, gracias a los datos que estás aportando sabemos que te van a gustar. En este caso, y al menos a modo personal ¿odio? Lo siento, me niego a estar en un sitio donde se potencie el odio y se discrimine a las personas.

Instagram es el paraíso de lo superficial, y siempre desde un punto de vista personal, un sitio donde el culto al cuerpo está presente en gran parte de las publicaciones, el fast food de la estética, un lugar donde la gente con una cierta estética no tiene cabida, las van a anular anteponiendo a aquellas personas con un cuerpo socialmente mejor aceptado ¿momento borrego en el que se demuestra como controlar la masa social? En toda regla. En Instagram se potencia el “me gusta”, el efecto “me gusta gustar” para que la gente pase más tiempo. En mi caso observé varios detalles que tuve que rechazar de inmediato:

- Cuentas con miles de seguidores y sin seguir a nadie ¿ego?

- Un fallo de privacidad hace que las cuentas privadas no lo sean, cualquiera que navegue a través de etiquetas puede observar este fallo.

- La superficialidad no va para nada conmigo

Por último, en el viaje de “EXIT” estaría ¿en serio alguien usa Facebook? Resulta curioso porque hemos dejado algo importante a Facebook: millones de datos abandonados. Asumamos la realidad, Facebook apenas se usa pero ¿se han eliminado las cuentas que ya no están en uso? Se han quedado ahí, ofreciendo todo tipo de información accesible para cualquiera, no es necesario tener cuenta para ver las publicaciones por más que salga el aviso de registro, esto es algo fácil de omitir.

Ni que decir tiene que ni uso Tik Tok, ni Mastodon, ni cualquier otra red social. Pero esto no quiere decir que sin usar redes sociales esté perdido del mundo, no es necesario estar en estos lugares para estar informado, quizás cada persona es libre para decidir que es importante para ella, si a una persona le interesa como baila una persona famosa es libre de usar Tik Tok, pero en mi caso la verdad es que me resultan totalmente indiferentes los bailes de Tik Tok. Tengo infinidad de opciones para estar informado de los temas que me interesan sin necesidad de estar registrado en ningún sitio ni tener que aportar mis datos personales a grandes compañías que, y esto es algo por lo que todos hemos pasado, si o si tenemos que hacer si usamos smartphones ¿o no?

Una de las cosas que hice hace tiempo fue pedirle a Google un informe acerca de que sabía sobre mi, una vez descargado (gracias por la copia de seguridad, ya que estaba…) fui revisando donde estaban mis datos y eliminándolos. Es un gesto tan simple como efectivo, nadie te va a obligar a subir una fotografía o dar nombre real, datos “generalizados” y tema resuelto.

Quizás se pueda pensar que sin redes sociales se está incomunicado, nada más lejos de la realidad, una cosa son redes sociales y otra programas de mensajería que, por imposición social, hay que pasar por WhatsApp pero jugando tus propias cartas: ni fotografías personales ni nombre real, fecha de nacimiento o cualquier dato personal, no estás obligado a darlo y las personas que te conocen sabrán quien eres.

Pero sucede algo cuando estás fuera de las redes sociales: vives más tranquilo, no estás pendiente de las opiniones de los demás, no estás pendiente de si alguno de tus contactos a publicado algo, te sientes más libre, haces tu propia vida sin importarte el que dirán o esperando una aprobación social que no has pedido. Vives manejando las manecillas de tu propio reloj, eres libre de hacer lo que realmente te plazca: no habrá nadie que te juzgue por ello, pasas más rato haciendo lo que realmente te gusta ¿contactos? Desde luego, pero estos están lejos de redes sociales (aunque las usen), la gente realmente importante no tiene las barreras que las redes sociales imponen de manera silenciosa: o estás en ellas o no estás en el mundo...y lo bien que se está que ¿eh? no tiene precio hacer lo que te plazca, eres invisible y esto te permite hacer lo que te gusta ¡el mundo es tuyo!

Se puede vivir sin redes sociales pero ¿queremos? La sociedad necesita alguien que les diga que tiene que hacer, como tienen que pensar o que tienen que hacer, les enseñan la libertad al otro lado de la barrera, y les dicen que no, que ahí afuera no hay nada, y si tienen razón, ahí afuera no hay nada...porque lo tienes todo.