Sucede que no somos sus dueños.
No lo somos, asumamos la cruda realidad, no somos dueños de nuestro propio tiempo, no somos esclavos de lo que hacemos o dejamos de hacer, no tenemos el control sobre aquello que nos rodea, da igual que tengas ganas, que no te apetezca o simplemente que hayas cambiado de opinión, no eres dueño de tu propio tiempo, el dueño es tu smartphone, hagas lo que hagas será él quien te diga lo que tienes que hacer en todo momento, será él quien organice tu vida sonando cuando menos te lo esperas demostrándote de esa forma quien controla el tiempo, solo hay una cosa que tu smartphone teme: que lo apagues aunque sea por un instante pero para eso tú no eres valiente.
Porque ¿quien va a querer apagar un momento su smartphone? Los smartphones al fin y al cabo se inventaron para...para ¿para estar disponibles las 24 horas al día? Eso demuestra quien tiene el control del tiempo ¿no te parece? Al fin y al cabo hagamos un repaso: llaves...correcto, cartera...correcto, puerta cerrada...correcto ¡el móvil! Te lo has dejado en casa, el mundo se acaba y te van a coger incomunicado, van a venir los alienígenas a invadirnos y no vas a poder comunicarte con tus seres queridos, tu tranquilo que le diremos al meteorito, o en este caso los alienígenas, que se esperen cinco minutos para que tú puedas coger tu móvil.
Suena absurdo lo se, pero a la vez esconde la realidad de una dependencia total de tener siempre encima nuestros smartphones, da igual donde estés, tienes que estar ¿apagarlo? ¿Y quedarte incomunicado cinco minutos? Por favor...¿que clase de psicópata hace eso? Déjame decirte: aquellos que son dueños de su propio tiempo, aquellos que son conscientes del mundo que les rodea, de que no podemos controlar el tiempo y mucho menos lo hará un dispositivo que estará ahí en caso de haberlo dejado en casa, déjame decirte que sin una persona detrás ese dispositivo no sirve de nada, y a las personas las cuidan otras personas no un dispositivo que cabe en un bolsillo, si no cuidas a esas personas no tienes un smartphone, tienes un pisapapeles.
Esto no implica que no haya que tener cerca tu smartphone, sería absurdo negar las ventajas que nos ofrecen estos dispositivos pero de la misma forma que hemos aprendido a usarlos nos hemos olvidado de ser dueños de nuestras propia vidas, estamos tan pendientes de una pantalla que en cuanto escuchamos un aviso corremos a ver quien nos acaba de escribir, aunque sea la típica llamada de spam a la cual le acabas de indicar que ese número, tú número, está activo y van a poder llamarte en otras ocasiones para ofrecerte productos y servicios que no has pedido. Nos hemos convertido en sus esclavos, y resulta curioso: tenemos varias soluciones pero ¿las aplicamos? Intuyo pero sin afirmar, que hay gente que lo hace, son simples gestos pero que ayudan tanto a valorar aquellos que nos rodean como a vivir un poco más. Gestos tan simples como silenciar nuestro smartphone aunque no lo apaguemos, o directamente apagarlo cuando nos apetezca, nos pueden ayudar a decirle a nuestro smartphone que somos nosotros los únicos dueños de nuestra propia vida.
Sucede algo simpático que en alguna ocasión me han dicho:
- ¿Y si pasa algo?-.
Hagamos un ejercicio de sensatez, si pasa algo va a pasar tengas o no tengas tu smartphone encima, “Señora, su bebé ya viene de camino, así que espere un poco y de momento no se ponga de parto que su marido no lleva el móvil encima”, cómico pero cruelmente cierto, si pasa algo va a pasar tengas o no tengas tú móvil encima. Resulta absurdo que, siendo considerados una sociedad avanzada, hagamos lo que hagamos o vayamos donde vayamos, tengamos que llevar nuestro smartphone encima, da igual si sales cinco minutos a comprar una barra de pan o vas a casa de un vecino a pedirle algo, tienes que llevar tu smartphone encima, no vaya a ser que en esos cinco minutos se produzca la invasión alienígena.
Hemos perdido la capacidad de disfrutar el momento, de vivir el ahora, tú smartphone es pasado y futuro pero no presente, tu puedes hablar con un amigo y seguro que lo haces o bien recordando viejos tiempos o planificando una tarde pero no estás hablando de presente, porque tu presente lo estás viviendo en ese momento, la gente que te rodea es la importante, siempre matizando algo importante: hay gente importante la cual no está cerca y con la cual es importante comunicarse por smartphone pero sin que eso implique tener un 24 / 7 con tu smartphone siempre encima.
Y quizás suene doloroso pero ¿y si pruebas de salir a la calle un momento sin tu smartphone? Nadie dice que no lo lleves encima si vas a pasar horas fuera de casa pero si vas a estar fuera 1, 2 horas o menos quizás te sorprenda las cosas que suceden a tu alrededor, con la cantidad de gente con la que te cruzarás, verás que ¡ostí ahí arriba hay cielo...y es escuchan pájaros, y gente a mi alrededor! Si pasa algo va a pasar tengas o no tengas tu smartphone encima, nadie está diciendo que nunca lo lleves encima pero si que lo dejes descansar un poco...para que tu vivas un poco más.