ⵜⴰⵏⴰⵓⵙⵓ

domingo, 26 de octubre de 2025

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Desde bien pequeño he mamado la "canariedad", en los 90 Canarias era profundamente independentista, diría que más que Cataluña, pero con menos repercusión mediática.

Y es que historicamente se ha mezclado cultura con política y eso nunca es un buen cóctel.

Sin meterme mucho en ese tema comentaré que hubo un momento en el que se usaba literalmente cualquier símbolo identitario con independentismo lo que hizo que muchos no hiciéramos cosas por la "mescolanza" política que implicaba, o al menos así lo sentí yo.

¿Querías hacer deportes canarios típicos? No podías porque salvo la lucha canaria que estaba ya federada y se retransmitía por TV (generando beneficios) y el folklore también daba dinero vendiendo discos a extranjeros, todo lo demás era minoritario y una vez más, político. Veías a los practicantes del garrote implicados con actos políticos, etc. Y la televisión no ayudaba, al final crecimos con un "sentimiento de inferioridad" bastante terrible donde todo lo de "fuera" era mejor.

Ni hablemos de la historia, sólo los académicos y los independentistas se interesaban por la vida pre-hispánica de las islas. Si eras una persona curiosa con ninguna de estas afiliaciones, tranquilo, te iban a etiquetar en "independentista".

Fiestas populares "vestidas" con la bandera de las 7 estrellas verdes y alguna que otra casa también, como la mía, ya que mi padre colocó la bandera de las 7 estrellas y ésta ondeó, al menos 15 años hasta que el paso del tiempo la desgastó y créanme cuando les digo que mi casa se ve desde varios kilómetros a la redonda...

Hoy en día sigo con mis intereses, estudioso de las canarias pre y post hispánicas, incluso he citado al Mencey Bencomo (O Benitomo) en algún memorando laboral, aprendo a tocar el timple y aquí en Venezuela tengo una bandera de las 7 estrellas, con ella les hablo a mis hijos de Canarias mientras les muestro mi arenero de arena de Punta Brava en Puerto de la Cruz, porque las 7 estrellas verdes hoy no significan independentismo radical, sólo sentimiento de pertenencia, recuerdos de la infancia, fiestas populares, mirar las estrellas en los desamores de la juventud desde el mástil de la bandera de mi casa, ir a Candelaria desde La Orotava o desde Acentejo y al llegar pernoctar en el patio de una familia que de tantas veces ya nos conocían, llevar la huesera por si se terciaba una parranda, estar tirado debajo de una parra arreglando las hojas junto a los racimos de uvas, vendimias, lagares, sonido de timples y guitarras, plantar y cosechar papas en familia, sentarme en el barranco a no-escuchar nada, bailes de magos, romerías, regresar caminando a casa desde La Orotava o desde la Victoria/Matanza, bajar a Barranco Hondo a pasar una mañana, correr desnudo por Santa Ana, folías en familia, olor a mosto fermentando y luego vino, gofio con azucar y vino, caminar durante horas por un monte donde sabía que era imposible que me perdiese, escuchar a Don Ernesto Beteta (Gallego, por cierto) afinándonos los instrumentos sin afinador o el resonar del tema 7 Soles en mi cabeza cada día de Canarias.

Porque como dijo Chago Melián en la cancion de Braulio; Patria Canaria:

Si la patria es el canto de una madre, el pueblo y esas calles que de niño transité.

Si la patria es los riscos y aquel valle, el sobrio y dulce acento de una gente sin doblez

Y es gracioso porque de adolescente pensaba que las huertas eran cosas del pasado, que el campo estaba perdido y era innecesario con la industria moderna y apenas hace 3 años que llegué aquí, sonreí al ver que en el patio de mi casa sobrepasaban unas parras del vecino, que obviamente tenía para dar sombra a su patio. Al verme mirando (me subí a una escalera xD) me dijo: "Córtelas si quiere, vecino." y recordé lo que "hacemos los magos", corté y cogí 2 esquejes, los preparé y pasado un tiempo planté la parra en 2 macetas, allí no crecerán ni darán vino, pero es un silencioso recordatorio de que, aunque trabaje con un ordenador en la otra punta del mundo y la tecnología consuma mi día a día, hay cosas que siempre perduran, cosas que uno lleva "en la sangre".

Mago es una castellanización de la palabra y una forma de referirse a los campesinos guanches que adoraban a Magec, el dios Sol. Hoy en día usado de forma "despectiva" a los habitantes del norte de Tenerife.

Si eso es la patria, sí, entonces seré nacionalista.

Por cierto, el título de la entrada es mi nombre (Tanausú), pero escrito (fonéticamente) en alfabeto Tifinagh. La primera vez que vi esa inscripción fue cuando alguien me regaló, con apenas 12 años, un libro titulado: "Tanausú - El último rey de los Guanches" y estaba eso en la dedicatoria, ese simple gesto y esos "símbolos", fueron parte del inicio de mi curiosidad por conocer cómo fueron las cosas anteriormente.

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Etiquetas: #canarias #guanche #timple