La vacuidad en la conversación de los cubanos
2025-12-09
—Dímelo. —Mami, ¿qué hay? —Ahí.
Solamente eso. Un saludo. También puede suceder en una conversación:
—¿Cómo está la cosa? —La cosa está potente, ya tú sabes. —Así mismo. ¿Viste cómo está esto? —Y lo que le falta.
La cosa, la talla, la historia. Suceden palabras vacías que al mismo tiempo lo dicen todo. Ahí, ahorita, todo pasa. ¿Por qué darles un nombre? Quizás no sabríamos nombrarlo. ¿Hace falta?
—Bueno, dale. —Dale.
Y así sucesivamente.