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envíame mail al dominio que uso cambiando el primer punto por una arroba

Casi tres décadas de retraso

2025-12-13

27 y pico años después, estoy viendo Cowboy Bebop (la versión animada). (El jueves vi el quinto episodio.)

En 1998 estaba en la universidad y aunque tenía contacto con sectarios del manga que me hablaban de Cowboy Bebop, era una época distinta. eDonkey2000 salió en el año 2000, un año después de Napster. Si no recuerdo mal, el primer DVD que me compré fue Matrix (estrenada en cines en el 99). Así que ver Cowboy Bebop seguramente hubiese sido cuestión de localizar unas cuantas cintas VHS en alguno de los antros de subcultura del momento. Y eso contando que por aquel entonces mis recursos monetarios tenían que ser cuidadosamente distribuidos.

Recordad: más vale tarde que nunca y hay por ahí joyas que descubrir suficientes para ocupar dos vidas. Está bien mantener el contacto con la modernidad, pero no es la única vía.

Porque sí, Cowboy Bebop en muchos sentidos fue una serie exageradamente adelantada a su época- tanto que participa en la definición de la siguiente época. Viéndola podemos ver todos los que la han visto- no sólo la gente de Firefly, sino por ejemplo las mencionadas personas apellidadas Wachowski.

También obviamente tenemos que apuntar que es tan (o más) problemática como todo el anime de esa época (o el de hoy), con lo que hay que verla con la debida perspectiva y darse cuenta de que aparte del uso por los loles de las granadas hay más cosas en la serie que no deberíamos tomarnos como conductas a imitar.

Pero sí, aunque haya westerns del 69 de Sam Peckinpah que ya convertían la violencia en un asunto de estilo, Cowboy Bebop destila los estilos del jazz, western, cyberpunk y kung fu a una fórmula embriagadora hervida durante semanas. Por supuesto llega a ser exagerada (y no precisamente poco), pero exagerada bien, no mal como otros famosos por su hiperbolicidad.

La tenéis en Netflix, y seguramente también en otras modernidades de las que yo no disponía en su momento. Al menos vale la pena dedicarle las algo menos de dos horitas para ver el quinto episodio.

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