envíame mail al dominio que uso cambiando el primer punto por una arroba
Otra taxonomía, con algo de predominancia de serpientes
2021-02-13
Scott Hanselman no es sólo el autor del imprescindible Dark Matter Developers[1], sino que además comparte conmigo dificultades en finalizar conversaciones. Lo que no comparto con él es su genio para encontrar una deliciosa solución:
https://farside.link/nitter/shanselman/status/1357036562077241344[2]
Hace décadas era superfán del crítico de cine en televisión de El País, Luis Martínez (hasta el punto de recortar y coleccionar sus críticas, algo de lo que sólo se acuerda ahora el Internet Archive[3]). Qué sorpresa cuando la aplicación de noticias de Microsoft me llevó a una entrevista de este señor con el inigualable John Carpenter[4] (link tipo AMP de Microsoft, pues el original en El Mundo está enmurallapagado[5]). Lamentablemente, para retomar el contacto y seguirle, tendré que usar Twitter.
No estaba al tanto del ¿culebrón? sobre los términos de uso de Anaconda[6]. Según entiendo, Anaconda es la solución para ahorrarse los dolores de cabeza derivados del uso de código que no es puro Python en Windows. Pero parece ser que el acceso a los repositorios está ahora explícitamente gobernado por unos términos de uso que al menos a mí me huelen a inseguridad.
Siguiendo con Python, el otro día descubrí con sorpresa que en este sí claro culebrón del LBYL contra el EAFP, que la postura de Guido coincide con la mía (LBYL)[7] mientras que la documentación de Python siempre me ha parecido que defiende lo contrario[8], y creo que eso ha llevado a la concepción de que EAFP es más "pitónico".
Como traca final: NNCP, otro protocolo de internet para descentralizar comunicaciones[9]. Se habla mucho de la transpilación estos días, pero poco de bish[10] y batsh[11], y quizá otros lenguajes que compilan a bash. Otro fascinante ejemplo del videojuego imitando la sociedad: mafias explotadoras del trabajador en Elite Dangerous[12]. El grafo de qué le suena a chino a los chinos[13]. Unos cuántos enlaces lingüísticos intrigantes[14]. La espectacular especialización del fútbol americano, que no vendría mal en el europeo[15].