2024-08-20 -Antonio Castillo-
<STX>
Carta a un rehén.
Páginas 90
Valoración: ★★★★★
Lo esencial, lo más frecuente, no tiene peso. Aquí lo esencial sólo fue, aparentemente, una sonrisa. Una sonrisa es a menudo lo esencial. Una sonrisa paga. Una sonrisa recompensa. Una sonrisa anima. Y la cualidad de una sonrisa puede hacer morir.
"Carta a un rehén" es un libro entrañable que fue escrito por Antoine de Saint-Exupery con la intención de prologar un libro de su amigo Léon Werth, cosa que no llegó a suceder. Finalmente se publicó como un libro independiente. Las referencias a Léon Werth desaparecen, pero el amigo está presente a lo largo de toda la obra.
Este libro es un rosario de emociones y pensamientos de Saint-Exupery engarzados con anecdotas de su vida en las que pasa revista a la amistad, la guerra, el exilio, etc.
Quizás el punto culminante de este pequeño librito sea el encuentro con los anarquistas catalanes durante la guerra civil española.
Saint-Exupery fue hecho prisionero y temía por su vida. Desconocía las intenciones de sus captores y cuenta así el desenlace de aquella situación
Fue entonces cuando ocurrió el milagro. ¡Oh! Un milagro muy discreto. No tenía cigarrillos, y puesto que uno de mis carceleros fumaba, le rogué con un gesto que me diera uno, y esbocé una vaga sonrisa. Al comienzo el hombre se estiró, se paso la mano lentamente por la frente, levantó los ojos ya no en la dirección de mi corbata, sino en la de mi rostro, y —con gran sorpresa de mi parte— esbozó también él una sonrisa. Fue como el día que nace.
Aquella sonrisa me liberó. Era un signo tan definitivo, tan evidente en sus consecuencias cercanas, tan irreversible como la aparición del sol, inauguraba una nueva era. Nada había cambiado, y todo había cambiado.
No en vano la edición de "Carta a un rehén", que he leído, tiene como portada la apariencia de un paquete de tabaco (concretamernte de los antiguos "Ideales" que fumaba mi padre).
Algunas reflexiones sobre el nazismo:
¡Respeto por el hombre! ¡Respeto por el hombre! ¡He allí la piedra de toque! Cuando el nazi respeta exclusivamente lo que se le asemeja, sólo se respeta a si mismo.
El orden por el orden castra al hombre de su poder esencial, el de transformar tanto al mundo como a sí mismo. La vida crea al orden, pero el orden no crea a la vida.
Éste había huido del nazismo. Allá estaba perseguido por comunista o por trotskista o por católico o por judío. (Ya no recuerdo la etiqueta por cuyo nombre había sido proscrito el hombre).
Sobre la amistad:
Si difiero de ti, lejos de menoscabarte, te engrandezco. Me interrogas como se interroga al viajero.
Por esta razón, amigo mío, tengo tanta necesidad de tu amistad. Tengo sed de un compañero que respete en mí, por encima de los litigios de la razón, el peregrino de aquel fuego.
<ETX>
2024-08-20 -Antonio Castillo-